sábado, 21 de mayo de 2011

Diferentes, si, pero complementarias

A menudo oigo decir que cuantas más cosas tienes en común con una persona, mejor te llevas con ella.


No digo que no sea cierto, a veces, me gusta estar delante de una persona que se parezca a mi, porque asi sé como reaccionará, lo que dirá... es como si fuese un espejo en el que te ves reflejada, y sabes lo que ese espejo hará, porque hace cosas iguales o muy parecidas a las tuyas.

Pero a veces, ¿pueden cansar las similitudes? pues depende, en mi opinion, las similitudes estan muy bien, pero hay algo que le da más chispa al asunto, algo que hace más interesante tu vida, y esas son las diferencias, al fin y al cabo, una persona que es igual que tu en su forma de ser, no puede aportarte nada nuevo, si, experiencia si es más mayor, pero poco más, porque lo que puede donarte de su forma de ser, tu ya lo tienes adquirido.

La gracia de toda esta historia, está en las diferencias, pequeñas o grandes, que hay entre las personas, porque siempre, para el lado positivo, tiene mucho que aportar.

Me encanta, por ejemplo, cuando estoy con alguien que es totalmente mi polo opuesto, es algo muy enriquecedor, por ejemplo, el simple hecho de ver una pelicula, si estas con una persona que es como tu, eliges pelicula y punto, cuando estas con otra persona completamente distinta, la gracia está, en que tardas más tiempo en ponerte de acuerdo para qué pelicula ver, que luego lo que dura la pelicula.

Y en el fondo, cuando sabes apreciar esas diferencias te gustan, porque pasas un buen rato con esa persona, al ver que sois polos completamente opuestos, risa tras risa, anecdota tras anecdota, diferencia tras diferencia, si acaban complementando.

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